FRENTE AL PARO NACIONAL.
JUNTOS EN FRENTE DE UN GOBIERNO QUE NO ESCUCHA RECLAMOS
Héctor Daer y Carlos Acuña, los dos jefes de la CGT, tomaron nota del malestar de los transportistas en el arranque de la reunión, que duró casi cuatro horas, aunque se mostraron inicialmente resistentes a avanzar con un paro. Cambiaron de postura ante el desafío del ferroviario Omar Maturano. "Si la CGT no hace nada, la CATT (confederación de gremios del transporte) tiene libertad de acción y eso no significa ser inorgánico", presionó el jefe de La Fraternidad.
Respaldó a Maturano de inmediato Mario Caligari, el representante de los colectiveros de la UTA que envió Roberto Fernández. También hubo aval del moyanismo residual y de los gremios que responden al gastronónico Luis Barrionuevo. Quedaron aislados "los Gordos" (grandes gremios de servicios) y los autodenominados "independientes".
"Tenemos que sostener al Gobierno, no es momento de un paro. Están locos", dijo anoche a nuestro colega un legendario dirigente.
Con el desafío del transporte en la mesa, el debate interno se tornó más intenso y acalorado. "Esta CGT no hace la plancha ni tuvo un letargo", se defendió Daer de las críticas por la pasividad del sector de "los Gordos", del que oficia de referente. Y aprovechó para caminar con pies de plomo sobre Hugo Moyano y las dos vertientes de la CTA. "El 30 de abril no paró nadie, hasta en las escuelas públicas hubo clases", puntualizó Daer, en lo que se interpretó como un tiro por elevación a la Ctera, el gremio de docentes en el que talla Roberto Baradel. Sin embargo, con la convocatoria al paro, la CGT repite el proceso del año pasado, cuando los Moyano activaron un paro de camioneros y a los 11 días la CGT hizo lo propio.
"En forma unánime convocamos a una medida de acción directa", anunció Daer, después de cuatro horas de reunión con los principales referentes gremiales. Y detalló sobre los motivos de la medida : "Es para que se modifique la aceleración de la decadencia de la economía de nuestros compañeros y nuestros hogares, para encontrar el punto de reactivación y la mirada de inclusión para todos los habitantes".
Daer y Acuña, que intentaron ocultar las grietas, buscarán ahora tender puentes con los gremios disidentes que comulgan con el liderazgo de Moyano y con las dos vertientes de la CTA. También habrá contactos con la izquierda. Anoche, si bien aún no se había debatido internamente, referentes ceteístas daban como un hecho su adhesión a la medida. Lo mismo harán los camioneros de Moyano y los gremios de la Corriente Federal, que encabeza el bancario Sergio Palazzo.
En la CGT cuestionan al Gobierno por su impericia para resolver la inflación y la caída del empleo. Además, consideraron tardía y con intención electoral la convocatoria a sellar diez puntos de un acuerdo de estabilidad. "Es un gobierno que ya se va. En todo caso, debemos discutirlo con el que viene", planteó Acuña en la reunión.
Durante el encuentro, además, se informó sobre los reintegros de dinero a las obras sociales (José Luis Lingeri explicó cómo se depositarían los fondos y luego se retiró) y se contó en detalle lo que se conversó el lunes con la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los presentes en el encuentro con el italiano Roberto Cardarelli se mostraron escépticos sobre el repunte económico que prevé el organismo para el tercer trimestre.
Los gremios, además, iniciaron gestiones con el Vaticano para que el Papa beatifique a Eva Perón. Los gremialistas más entusiastas ya preparan una comitiva para viajar en tropa a visitar a Francisco. Por ahora, es solo un deseo.
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